sábado, 27 de noviembre de 2010

Época de cenas y premios taurinos.

No son las fechas mas apropiadas para una persona que tiene un blog en el que suele dar su opinión de esta fantástica y adulterada fiesta de los toros. En estos meses de casi total inactividad taurina, tienes que darle muchas vueltas a la cabeza para juntar algunas letras que lleguen a tus lectores y les sirva para al menos un corto espacio de tiempo “olvidarse” de la cantidad de problemas que está arrastrando esta crisis que parece no tener fin.
Cuando estamos a punto de recibir el mes que cierra el año, cuando la información de las temperaturas nocturnas siempre son en negativo, cuando estamos pendiente del parte del tiempo para ver si tenemos peligro de nevadas, (al menos los que diariamente utilizamos el coche), cuando a cualquier establecimiento que llegas lo primero que ves es lotería de Navidad, cuando los restaurantes anuncian ofertas para las tradicionales cenas de Navidad; el mundo de los toros tampoco quiere ser ajeno a estas costumbres y aprovechan este paréntesis de tiempo, en el que las plazas de toros están huérfanas de publico en sus tendidos y en los corrales y chiqueros tan solo queda alguna huella de los derrotes de los toros que se lidiaron en sus fiestas patronales.
Las asociaciones y peñas taurinas con la excusa de otorgar algún premio al mejor novillero o matador que pasó por su localidad, se reúnen para comer y beber, dejando en un plano secundario si el festejo o festejos celebrados, cumplieron las expectativas de los aficionados que pasaron por taquilla, o simplemente el verdadero triunfador de la feria fue algún desaprensivo empresario, que a cambio de llevar alguna corrida descastada, impresentable y probablemente pasada por la “barbería”, se llevase una importante subvención del ayuntamiento de la localidad, sin importarle lo más mínimo el daño que ocasiona a esta maltrecha fiesta.
Son diversos los premios que se suelen conceder en estas impresionantes cenas, premio al triunfador del festejo, premio a la mejor estocada, premio al toro más bravo (este suele quedar desierto en muchas ocasiones, pues conforme está el panorama no es fácil encontrarlo); lo que yo no tengo constancia que se dé y este si sería fácil de localizar, es premio al toro mejor afeitado, pero con tal de organizar fiestas todo sería posible.
Lo que no se tiene en cuenta, a excepción de muy contadas ocasiones, es a las cuadrillas, tanto banderilleros como picadores, que aunque su nombre no figure en letras grandes o en las revistas del corazón, no dejan de ser toreros que un día tuvieron la misma ilusión que sus jefes de filas, pero que en su momento no tuvieron el padrino adecuado o su economía no les permitió seguir adelante y sus sueños se vieron truncados muchas veces por las injusticias de esta fiesta.
Las peñas y asociaciones deberían tener en cuenta que esta gente, también tienen su coranzocito, también se juegan la vida y de su labor muchas veces depende el triunfo del matador y no deberían olvidarse que es mejor ser un buen torero de plata que un mal torero de oro.
Pero lógicamente viste más hacerte la foto y sentarte a la vera de un matador que de un banderillero, aunque muchas veces el matador no deje de ser un jornalero de los toros y el banderillero un romántico del toreo.







miércoles, 3 de noviembre de 2010

Adrián Gómez.- Hasta siempre torero.

Su nombre no estuvo colgado en carteles de ferias de lujo, a él nunca lo esperaban a la entrada o salida de un hotel los días de corridas, de él no se hicieron eco los telediarios ni la prensa del corazón.
Adrián vivió su ilusión de ser figura del torero, hizo sus pinitos como novillero, pero cuando vio que los años se le echaban encima, tomó la decisión más dura y difícil de su vida, cambiar el oro por la plata.
Así se ganaba la vida y mataba ese gusanillo que ningún cirujano es capaz de extraer del cuerpo; iba de tercero en la cuadrilla de cualquier chaval que lo llamaba, de pueblo en pueblo, ganando honradamente su dinero y acumulando boletines de la seguridad social a cambio de miedo, para poder disfrutar junto a Sandra su mujer de una jubilación digna.
Encontró su gloria como banderillero en la cuadrilla de "El Fundi", para él fue un sueño hacer esos paseíllos en Madrid, Sevilla, etc. Pero la tarde que su matador no toreaba aprovechaba para ir con cualquier novillero que lo llamara, tenia una familia e indudablemente había que sacarla adelante.
El destino quiso que un 23 de Junio de 2008 se anunciara en Torrejón de Ardoz a las ordenes del novillero Miguel Luque, y fue esa fatídica tarde cuando un novillo de Antonio San Román, le lesionara la medula produciéndole una tetraplejia.

Desde ese día su vida ha dependido de una silla de ruedas, del cariño de su mujer y sus compañeros, que no dudaron en volcarse en su ayuda,."El Fundi" no tardó en organizarle un festival en Vista Alegre para recaudar fondos, y estoy seguro que ese día Vista Alegre hubiese necesitado veinte patios de cuadrillas para dar cabida a todos los profesionales que deseaban ayudar a Adrián.
Lamentablemente el dinero hay cosas que no puede arreglar, y desde esa nefasta fecha Adrián se vio obligado a dejar los vestidos de torear, los capotes y los viajes en los coches de cuadrilla, quedándole lo que el toro no le pudo quitar, el cariño y la compañía de Sandra.
Comentaba en su ultima entrevista que se le hizo, que lo que más le dolía, era cuando por las mañanas su hijo iba a la cama a darle un beso y él no podía abrazarlo, seguramente se quedaría con las lagrimas en los ojos viendo a su hijo salir de casa, esas mismas lagrimas que hoy han derramado sus compañeros dándole el ultimo adiós en el cementerio de la Almudena de Madrid; su estado físico no pudo aguantar la ultima “cornada” de la neumonía que hace días le habían diagnosticado.
Ayer en el hospital 12 de Octubre de Madrid, daba su ultimo paseíllo a la gloria para encontrarse con su compañero José Cubero “Yiyo”, que seguro que en su cuadrilla tiene un puesto para Adrián.