martes, 28 de diciembre de 2010

Las dos caras de la Navidad.

En estos días navideños, de fiestas, comidas, reuniones, donde estamos obligados a divertirnos, a comer, beber, a ser extremadamente simpáticos y alegres; donde los correos y los móviles nos invaden diariamente de mensajes de felicitaciones.
¿Quién no se ha sentado la Nochebuena alrededor de una mesa engalanada con un atractivo mantel con adornos navideños?, cubierta con una enorme cantidad de sabrosos y variados platos (que la mayoría volverán casi íntegros a la cocina), con diferentes postres, algunos hechos caseros por algún atrevido familiar, que al dar la primera cuchadarita te hace pasar automáticamente a los dulces navideños, lo que te hace pensar que su futuro no está precisamente en una pastelería, sin olvidar esos excelente vinos que se guardan para la ocasión, y sus correspondientes cavas para brindar por una felicidad que nunca termina de completarse. Acompañados del ambiente musical de la programación especial de las diversas cadenas de televisión con sus recitales de villancicos y copla (casi siempre en alguna cadena nos encontramos con Raphael), viendo que en el exterior la temperatura baja de los cero grados, lo que hace todavía mas acogedora la reunión, no faltan las numerosas fotos y videos para recuerdo de esa entrañable noche; pero en tu interior siempre encuentras un hueco en la mesa con una silla vacía de alguien que otros años compartió contigo la alegría de la Nochebuena y el destino se lo llevo para siempre. ¡Cuántas veces hay que taparse con la mascara de una sonrisa navideña, para ocultar la pena! Así de amarga y de bonita es la Navidad.
Reconozco que no soy muy dado a las felicitaciones; pero aunque solo fuese por agradecimiento a los que tenéis la paciencia de seguir este modesto blog, os debía haber enviado mis mejores deseos de paz y felicidad. Haciendo uso del típico refrán de más vale tarde que nunca, de corazón, vaya mis mejores deseos para todos, incluidos los que en algún comentario dicen que no tengo ni puta idea de toros.
Sé que no es muy correcto personalizar en estos casos, pero me vais a permitir un brindis y un abrazo personal a un amigo que este año que estamos a punto de despedir tuvo que pasar por los duros momentos de decidir cambiar el oro por la plata, debió de ser una decisión difícil para alguien que desde niño siempre soñó lo mismo, pero la cornada de las injusticias del mundo de los toros se llevó las ilusiones de Francisco Ramos.
Hoy me vais a perdonar ser breve y no extenderme más, la época requiere otros acontecimientos diferentes a estar leyendo a un humilde aficionado que solo trata de denunciar la cantidad de fraudes y mentiras que tenemos que soportar en esta bonita fiesta de los toros.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Preocupante descenso en el numero de festejos.

La caída va en picado y todavía no se ha tocado fondo; nada menos que 658 festejos menos que en el 2007 se han dado a lo lago de este año, me estoy refiriendo a corridas de toros y novilladas picadas; si tuviésemos los datos de los festejos menores es decir novilladas sin caballos y becerradas, los números serian escalofriantes.
Los empresarios han empezado a quejarse de que esto ha dejado de ser el gran negocio de siempre y los números rojos aparecen con demasiada frecuencia, incluso en los carteles de clavel. A excepción de algunas ferias como Madrid, Sevilla, Bilbao, Pamplona, Valencia, Albacete y poco más, el resto presentan unos gráficos que hacen frenar a muchos aventureros de las taquillas.
Muchos empresarios están dejando sus plazas “propias”, para pasar a ser organizadores, con lo cual eliminan el riesgo de su cartera y juegan con la ganancia segura de la subvención de los Ayuntamientos, de la comisión en la compra de toros (por lo que tampoco podrán exigirle mucho al ganadero), de los contratos de los toreros, en un dinero alto donde hay fondos públicos y en otro más bajo cuando el talonario es privado, y otras diferencias sustanciales en la contratación de todo lo relativo a la organización de un festejo. Con este sistema el beneficio está claro y si hay perdidas para los Ayuntamientos o comisiones de fiestas.
Por lógica y viendo este panorama, no cabe la menor duda que los sufridos Ayuntamientos cada año tenga que apartar una mayor cantidad de sus arcas para la celebración de festejos taurinos en sus tradicionales fiestas, a costa de recortar en otras actividades, luego no es de extrañar que hagan un profundo estudio sobre disminuir el numero de festejos o incluso eliminarlos.
Lo habitual en los tiempos actuales seria culpar de este panorama a la ya repetitiva crisis, pero no seria justo cargar toda la culpa a la situación que estamos viviendo. Es habitual ver aunque solo sea en los días de feria, los bares y restaurantes llenos, las verbenas rozando el lleno noche tras noche y otros muchos espectáculos gozando de la asistencia masiva de muchos vecinos de la localidad, sin embargo los festejos taurinos están viendo como año tras año son menos los que pasan por taquilla y muchas más las localidades libres que quedan en cualquier tarde de toros.
Ya lo hemos comentado varias veces en este blog y seguiremos insistiendo, a la fiesta le falta lo principal, que es la emoción, y la emoción solo la dan el toro integro, con trapio, casta y sin manipular, o ese escaso numero de toreros que desprenden arte y toreria, y precisamente a excepción de Morante el resto de los tocados con esa varita mágica no son precisamente los que ocupan los primeros puestos del escalafón y recorren las mayorías de las ferias.
Así que por mucho que ciertos agentes de publicidad que se hacen pasar por críticos nos quieran hacer ver que la fiesta está en un buen momento, lamentablemente la realidad de los números está en su contra; y es que las llamadas figuras son incapaces de llevar gente a los tendidos o el publico está harto de tanto engaño.
Los profesionales de este espectáculo, saben o deben saber que el único que puede detener este elevado descenso de festejos es el toro, que es el que en realidad debe ser el principal protagonista de la fiesta.