No sé si todos los que lean este articulo conocerán Cuenca, pero si hay alguno que no ha tenido la suerte todavía de visitarla, yo le recomendaría que no lo deje en el olvido y antes ó después pase unos días por esta bonita ciudad, da igual la estación del año que sea, Cuenca siempre tiene su encanto, es una ciudad diferente, distinta, efectivamente única.
El centro o parte moderna muy acogedor y de una gran belleza, donde en cualquier sitio puede degustar una de las mejores gastronomía, y la parte antigua, plaza mayor, casas colgadas, puente San Pablo y todos los paisajes que rodean a la ciudad, es el mejor escenario para inspiración de pintores, poetas y artistas, algo indescriptible, que si algún día visitan les aseguro no se arrepentirán.
Yo tuve la suerte de vivir allí el final de los 60 y el principio de los 70 cuando estaban en todo su apogeo Curro Fuentes y Luis Algara “El Estudiante” dos matadores de toros que debieron tener mejor suerte, pues sus cualidades estuvieron muy por encima de los puestos que ocuparon, pero ya se sabe que en esto unos nacen con estrellas y otros estrellados. También andaban por aquellos años Dorito, El Curi, El Gitanillo de Cuenca con la ilusión de todos los toreros, pero desgraciadamente sus sueños se rompieron tras actuar en varias novilladas. Fue una época en la que en Cuenca se respiraba ambiente taurino en todos los rincones de la ciudad.
Desde esa época, son contadas las veces que he estado en Cuenca, solo por asuntos de trabajo y poco mas, tampoco a la feria taurina de San Julián había vuelto, hasta este año, entre otras razones porque coincide con las fiestas del pueblo donde vivo y reconozco que soy un amante de las fiestas de Casasimarro, pero normalmente por la prensa y algunos amigos me tienen al día de lo que sucede en el tema taurino,
Y referente al tema taurino de Cuenca es obligado empezar por felicitar a la empresa Maxitoro SL, que ha conseguido aumentar el número de festejos llevando a las principales figuras, subir el número de abonados, en definitiva hacer que se hable de la feria de Cuenca como una de la ferias con cierta categoría, pero al igual que la mayoría de las ferias falla lo principal el toro, pese a lidiarse una corrida de Victorino con un trapío muy justito y en la que todos se dejaron torear y estar cómodos a los toreros, a excepción del último de Antonio Barrera fue la única “alimaña” que salió y al único que le dieron en el caballo, con la consiguiente bronca del público hacia el matador (el público no consentía que a un toro se le picase) y a rio revuelto ganancias de pescadores, Antonio Barrera aprovecho para quitárselo rápidamente y evitar pasar un mal rato. En esta corrida lo mejor corrió a cargo de Uceda Leal en su 2º toro, pero la salida a hombros fue un premio excesivo y no digamos la de Padilla, no me extraña que las siguientes tardes volvieran a salir cada tarde dos toreros a hombros, no es normal que en cinco festejos seguidos haya cada tarde dos salidas por la puerta grande, entiendo que el publico vaya a divertirse pero una cosa es divertirse y otra regalar orejas a todo el que pase por allí, pues hasta el toro de El Fandi que se echó en la mitad de la faena y tuvieron que apuntillarlo, hubo petición de oreja, ¡ eso ya es lo último ¡ con esto solo se consigue que el que de verdad corte una oreja merecida( que también las hubo ) no se le dé el merito que debe tener, al mismo tiempo de quitarle importancia a la plaza.
El centro o parte moderna muy acogedor y de una gran belleza, donde en cualquier sitio puede degustar una de las mejores gastronomía, y la parte antigua, plaza mayor, casas colgadas, puente San Pablo y todos los paisajes que rodean a la ciudad, es el mejor escenario para inspiración de pintores, poetas y artistas, algo indescriptible, que si algún día visitan les aseguro no se arrepentirán.
Yo tuve la suerte de vivir allí el final de los 60 y el principio de los 70 cuando estaban en todo su apogeo Curro Fuentes y Luis Algara “El Estudiante” dos matadores de toros que debieron tener mejor suerte, pues sus cualidades estuvieron muy por encima de los puestos que ocuparon, pero ya se sabe que en esto unos nacen con estrellas y otros estrellados. También andaban por aquellos años Dorito, El Curi, El Gitanillo de Cuenca con la ilusión de todos los toreros, pero desgraciadamente sus sueños se rompieron tras actuar en varias novilladas. Fue una época en la que en Cuenca se respiraba ambiente taurino en todos los rincones de la ciudad.
Desde esa época, son contadas las veces que he estado en Cuenca, solo por asuntos de trabajo y poco mas, tampoco a la feria taurina de San Julián había vuelto, hasta este año, entre otras razones porque coincide con las fiestas del pueblo donde vivo y reconozco que soy un amante de las fiestas de Casasimarro, pero normalmente por la prensa y algunos amigos me tienen al día de lo que sucede en el tema taurino,
Y referente al tema taurino de Cuenca es obligado empezar por felicitar a la empresa Maxitoro SL, que ha conseguido aumentar el número de festejos llevando a las principales figuras, subir el número de abonados, en definitiva hacer que se hable de la feria de Cuenca como una de la ferias con cierta categoría, pero al igual que la mayoría de las ferias falla lo principal el toro, pese a lidiarse una corrida de Victorino con un trapío muy justito y en la que todos se dejaron torear y estar cómodos a los toreros, a excepción del último de Antonio Barrera fue la única “alimaña” que salió y al único que le dieron en el caballo, con la consiguiente bronca del público hacia el matador (el público no consentía que a un toro se le picase) y a rio revuelto ganancias de pescadores, Antonio Barrera aprovecho para quitárselo rápidamente y evitar pasar un mal rato. En esta corrida lo mejor corrió a cargo de Uceda Leal en su 2º toro, pero la salida a hombros fue un premio excesivo y no digamos la de Padilla, no me extraña que las siguientes tardes volvieran a salir cada tarde dos toreros a hombros, no es normal que en cinco festejos seguidos haya cada tarde dos salidas por la puerta grande, entiendo que el publico vaya a divertirse pero una cosa es divertirse y otra regalar orejas a todo el que pase por allí, pues hasta el toro de El Fandi que se echó en la mitad de la faena y tuvieron que apuntillarlo, hubo petición de oreja, ¡ eso ya es lo último ¡ con esto solo se consigue que el que de verdad corte una oreja merecida( que también las hubo ) no se le dé el merito que debe tener, al mismo tiempo de quitarle importancia a la plaza.
La categoría de una feria no está en la cantidad de orejas que se corten, sino en el toro que se lidie y por supuesto premiar las faenas que hayan tenido tal merecimiento para no desmerecerlas con otras orejas regaladas.
De todas formas el año que viene pienso volver, pues Cuenca se lo merece.
De todas formas el año que viene pienso volver, pues Cuenca se lo merece.
Siempre he pensado que Cuenca es una plaza de segunda pero con público, en su mayoría, populista y poco entendido. Vamos, público de tercera. Sólo un pequeño porcentaje de los asistentes a esta plaza es entendido. Sólo así se explica tanta salida a hombros. Victorino en Cuenca no pega ni con cola. Esa corrida debería de ir a Albacete, donde sale un toro mucho más serio que en Cuenca y la afición es más entendida. Cuenca es torerista fundamentalmente. Y de toros terciaditos y sospechosos de pitones. Dia y noche con respecto a Albacete por lo menos hasta el año pasado. Esperemos que Serolo siga manteniendo la seriedad en el toro de Albacete. Aunque no se porqué me da a mí que el nivel del toro va a bajar.
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