Estaba en dudas sobre escribir algo de la pasada feria de otoño de Madrid, pues la verdad casi no merece la pena; una feria que a priori era del gusto del aficionado y que a la postre ha pasado con más pena que gloria.
Se anunciaba una novillada de Montealto, dos corridas de las llamadas duras y no es que sean duras es que las demás son excesivamente blandas y una corrida para dos toreros artistas y el francés Castella.
En la novillada el francés Thomás Jouber antes llamado “Tomasito” volvió a demostrar que es de los pocos novilleros que llama la atención; ¿Qué tiene este novillero? . . . .pues valor, ganas y lo más importante, personalidad, es decir que no se parece a ningún otro, pues es lamentable que ves torear a un montón de toreros y parece fotocopias, estuvo muy digno, pese a no alcanzar el triunfo que tuvo este verano en esta misma plaza, pero repito este novillero junto con el salmantino Juan del Álamo de momento no se les debe perder la pista. Javier Herrero muy entregado toda la tarde, lo cogió por donde ya le había avisado el novillo, en el toreo además de valor hay que tener cabeza, de todas formas no se le puede reprochar las ganas a este novillero. Pablo Lechuga tampoco esta vez estuvo a la altura de lo que vienen hablando de él y del numero de novilladas que lleva toreadas.
La corrida de Palha, mansa en general, con genio y peligro, no se pareció nada a la que lidio en San Isidro, Rafaelillo dio una vuelta al ruedo a base de exponer y Javier Castaño e Iván Fandiño poco pudieron hacer, el merito lo tuvieron con apuntarse a esta corrida, pues solo ellos sabrán lo que pasaron antes y durante la corrida.
La de Núñez del Cuvillo muy anovillada e indigna de Madrid, con dos toros excepcionales para el torero que le correspondieron a Castella, que corto tres orejas (un premio demasiado excesivo) con sus faenas repetitivas, estatuarios en los medios, pases cambiados y trincherazos, es verdad que tiene valor y que impresiona sobre todo a los nuevos aficionados, pero estar valiente con esos toros, no es dificil. Aparicio y Morante, ya sabemos que necesitan su toro y su momento, y ni les salió su toro y parece ser que tampoco era su momento.
Y cerro la feria la de Victorino, que fue remendada con un toro de Julio de la Puerta y otro de Carriquiri; otra vez una pena lo de Victorino, toros con falta de trapío a excepción del 5º, en cuanto a su juego el 2º y el 5º fueron las típicas alimañas, con los que estuvo francamente bien Diego Urdiales (con estos quería yo haber visto a todas esas figuras que recorren todas las ferias). José Luis Moreno y Sergio Aguilar muy por encima de sus lotes.
Poco más que contar de esta feria, en la que el ganado una vez más volvió a fracasar, sobre todo los esperados Victorinos que últimamente están viviendo del nombre.
Y estamos en visperas de la feria del Pilar de Zaragoza, con la que practicamente se acaba la temporada y en la que las corridas de Dolores Aguirre y Mihura las matan los de siempre y el resto para no variar, tambien los de siempre; a excepción de Diego Urdiales que lidiara la de Alcurrucén ¡también tiene derecho!.
Se anunciaba una novillada de Montealto, dos corridas de las llamadas duras y no es que sean duras es que las demás son excesivamente blandas y una corrida para dos toreros artistas y el francés Castella.
En la novillada el francés Thomás Jouber antes llamado “Tomasito” volvió a demostrar que es de los pocos novilleros que llama la atención; ¿Qué tiene este novillero? . . . .pues valor, ganas y lo más importante, personalidad, es decir que no se parece a ningún otro, pues es lamentable que ves torear a un montón de toreros y parece fotocopias, estuvo muy digno, pese a no alcanzar el triunfo que tuvo este verano en esta misma plaza, pero repito este novillero junto con el salmantino Juan del Álamo de momento no se les debe perder la pista. Javier Herrero muy entregado toda la tarde, lo cogió por donde ya le había avisado el novillo, en el toreo además de valor hay que tener cabeza, de todas formas no se le puede reprochar las ganas a este novillero. Pablo Lechuga tampoco esta vez estuvo a la altura de lo que vienen hablando de él y del numero de novilladas que lleva toreadas.
La corrida de Palha, mansa en general, con genio y peligro, no se pareció nada a la que lidio en San Isidro, Rafaelillo dio una vuelta al ruedo a base de exponer y Javier Castaño e Iván Fandiño poco pudieron hacer, el merito lo tuvieron con apuntarse a esta corrida, pues solo ellos sabrán lo que pasaron antes y durante la corrida.
La de Núñez del Cuvillo muy anovillada e indigna de Madrid, con dos toros excepcionales para el torero que le correspondieron a Castella, que corto tres orejas (un premio demasiado excesivo) con sus faenas repetitivas, estatuarios en los medios, pases cambiados y trincherazos, es verdad que tiene valor y que impresiona sobre todo a los nuevos aficionados, pero estar valiente con esos toros, no es dificil. Aparicio y Morante, ya sabemos que necesitan su toro y su momento, y ni les salió su toro y parece ser que tampoco era su momento.
Y cerro la feria la de Victorino, que fue remendada con un toro de Julio de la Puerta y otro de Carriquiri; otra vez una pena lo de Victorino, toros con falta de trapío a excepción del 5º, en cuanto a su juego el 2º y el 5º fueron las típicas alimañas, con los que estuvo francamente bien Diego Urdiales (con estos quería yo haber visto a todas esas figuras que recorren todas las ferias). José Luis Moreno y Sergio Aguilar muy por encima de sus lotes.
Poco más que contar de esta feria, en la que el ganado una vez más volvió a fracasar, sobre todo los esperados Victorinos que últimamente están viviendo del nombre.
Y estamos en visperas de la feria del Pilar de Zaragoza, con la que practicamente se acaba la temporada y en la que las corridas de Dolores Aguirre y Mihura las matan los de siempre y el resto para no variar, tambien los de siempre; a excepción de Diego Urdiales que lidiara la de Alcurrucén ¡también tiene derecho!.
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