lunes, 17 de mayo de 2010

San Isidro.- Un décimo de lotería premiado y perdido

16 Mayo 2010
Gabriel Picazo; Emilio de Justo e Israel Lancho
Toros 4 de Los Bayones y 2 de Pereda
En estos momentos de crisis (palabra más usada actualmente) cuanta gente está intentando de que manera salir de la misma, y no hay forma, te encuentras todas las puertas cerradas, se suele recurrir incluso a la lotería, aunque no hayas jugado nunca, ni sea época de Navidad que es cuando más solemos jugar por la tradición o porque te la meten por los ojos; “ a ver si va a tocar en mi pueblo y a mí no me toca…” Así que décimo por aquí y participación por allí a vivir de ilusión hasta el día de la lotería; actualmente es uno de los medios que se recurre para buscar la salida de los problemas económicos.
Se imaginan que después de años jugando un día tengas un décimo premiado con el gordo, que resolvería todos tus problemas y no encuentres el décimo, sinceramente para pegarse mil cabezazos contra la pared.
Pues más o menos fue lo que ayer sucedió en Las Ventas con una corrida de Los Bayones remedada con dos toros de Pereda que estaban dispuestos a sacar del pozo a Gabriel Picazo y Emilio de Justo, llevaban un premio gordo, pero los dos habían perdido el décimo, y les va a ser muy difícil encontrarlo y si lo encuentran seguramente haya caducado.
Gabriel Picazo con su primero había que torearlo en los terrenos que quería el toro, pero en esos terrenos embistió con clase y ahí es donde pudo aprovechar tres o cuatro series que son más que suficientes para haber hecho el toreo de verdad y haberle cortado una oreja, su segundo de Pereda también estuvo dispuesto a colaborar, pero quemó la faena a base de estar descolocado y no toreando, así no puede ser.
Lo de Emilio de Justo es todavía más imperdonable, su primero de Los Bayones, para abrir la puerta grande; este torero tiene detalles de torería, pero tiene que saber que una serie para calentar al público tiene que tener al menos 4 o 5 muletazos, no cortar en el 2º o en 3º y a ese toro solo tenía que dejarle la muleta puesta y tirar de él, que es lo que intento hacer al final de la faena cuando ya el de los Bayones le dijo que ya se había portado bastante bien; lo de la espada un sainete entre él y su cuadrilla consiguieron los tres avisos ¿Cómo se le ocurre a su banderillero cuando está a punto de echarse, citarlo con el capote? O a él descabellar cuando el toro solo buscaba tranquilidad para acostarse. . . dejémoslo en demasiados nervios. Su segundo no tuvo la misma bondad, protestaba y salía con la cara arriba, tal vez porque en la mayoría de los muletazos el toro le tocaba la muleta y él después de ver lo que se le fue en el primero ya no tuvo fuerzas para nada.
Israel Lancho fue el menos afortunado en el sorteo, venía a Madrid después de la tremenda cornada del año pasado, que a punto estuvo de costarle la vida; lo intentó, cumplió pero se marchó al mismo sitio de donde había venido.
No es lógico hacer leña del árbol caído, ya que los tres a penas se visten de luces, tal vez, demás hicieron con aguantar la presión de Las Ventas, hay que reconocer que es muy difícil cuando uno se tiene que jugar todo a una carta; pero cuando toca la lotería hay que tener el décimo bien guardado.

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