jueves, 23 de julio de 2009

LA SUERTE DE PICAR

La suerte de picar es donde se puede comprobar con mayor exactitud la bravura de los toros; pueden ocurrir dos casos, uno cuando sale el “torito” que suele salir la mayoría de las tardes, sin trapío, flojo, tontón y normalmente arreglado; dicha suerte se convierte en un mero trámite de poner al toro encima del caballo meterle el palo de picar una vez y se acabo la suerte de picar. . . . y el toro.
Otra bien distinta y que escasamente se ve es cuando sale un toro que tiene todo lo que tiene que tener un toro de lidia, cuajo, hechuras, pitones bravura y mucha más inteligencia que algunos de los que se sientan en los tendidos, toros que tienen a los toreros sin dormir desde que se ven anunciados en los carteles, es decir con sobrada presencia para dar respeto sin parecerse a un cochino que es como presentan los ganaderos las corridas a las figuras para tapar con carne lo que les falta de trapío.
En este caso el primer puyazo hay que ponerlo a una distancia prudencial porque si lo pones muy lejos el toro no se entera, el toro no se puede arrancar desde allí y acabara escarbando que no es síntoma de que sea manso, manso es cuando escarba anda para atrás y baja la cabeza al suelo.
Para poner al toro lejos antes hay que darle un puyazo a una distancia normal y a partir del segundo, si, se le puede colocar de lejos y entonces es cuando veremos si es bravo ó no, en este caso como es lógico el picador imagínense que rato pasa cuando un toro se le arranca a esa distancia, piensa que puede acabar en el suelo con la mitad los huesos rotos.
Por lo que a todos los toros se le debería de dar al menos dos puyazos para ver la bravura que tienen, pues el primero como no saben a lo que van lo toman todos, pero en el segundo dicen si son bravos ó cantan la gallina, pero entrar dos veces al caballo solo se exige en plazas de primera, a parte la mayoría de los toros que se lidian hoy con simular la suerte vale, que no se van a comer a nadie y como el publico lo que quiere ver es al torero con la muleta pues todos tan contentos, incluso se ha llegado a indultar toros que han entrado una sola vez al caballo ¡eso ya es el colmo!.
La suerte bien hecha como casi todos sabemos consiste en echar el palo unos dos metros antes de que llegue el toro al caballo, cosa que normalmente no hacen al igual que sus jefes de filas los matadores tampoco le dan a todos los toros la lidia que les corresponden.
Los toreros deben colocarse mientras se está picando al lado de la cabeza del caballo y no moverse, pues si se colocan en la parte trasera del caballo, que se ve muy a menudo le dan facilidades al toro manso para entrar al caballo y puede confundir al público, me refiero al publico que está pendiente de la suerte de picar.
Me imagino que de mis lectores a parte de mi amigo Carlos Arribas (el apellido lo dice todo) y pocos más, (para que no se me mosquee ninguno), el resto desconocen totalmente estos conceptos.

1 comentario:

  1. ¿Dos puyazos dices?, ¿pero es que todavía quedan toros que aguanten dos puyazos de verdad?, en el pasado San Isidro hemos visto muchas tardes que la suerte de varas solo ha sido un simple simulacro sin que nadie haya protestado, si eso pasa en la feria más importante del mundo ya nos podemos imaginar lo que ocurre en el resto de plazas...

    Cuando la suerte de varas se realiza bien frente a un toro bravo es sin duda lo más grande que puede tener la fiesta, ¿hay algo comparable a la belleza de ver un toro arrancarse al caballo desde largo?, es una pena que esta suerte haya pasado de ser la más importante a ser algo completamente secundario. Mucha culpa de esto también la tiene el excesivo peso de los caballos de picar y los petos del tamaño de una muralla, es cierto que cada día salen menos toros bravos pero también es verdad que muchas veces el toro se estrella contra ese muro de 1000 kilos. Los picadores tampoco hacen demasiado por devolver a esta suerte su esplendor, la mayoría de ellos tapan la salida a los toros y no rectifican si el puyazo cae bajo...

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