Hace tiempo que no me metía en mi blog a escribir algo; desde que termino la feria de Madrid, sé que los toros siguen, no estoy muy al día porque no me interesa demasiado lo que pasa por esas ferias que ha habido durante los últimos días; esas ferias donde las figuras han vuelto a respirar y a cortar orejas y donde el toro tiene un papel secundario, esas ferias que cuando llegan las figuras desaparecen las puntas y el respeto y todo es aplaudido por algunos cronistas que solo escriben con el estomago.
Estamos empezando la llamada feria del Toro de Pamplona, que pese a su ambiente festivo, muchas tardes sale el toro de verdad, por lo que estaremos pendientes de ver que sucede en otra feria que también tiene puerto de montaña (no todas las tardes).
Ayer tarde Domingo 5 de Julio, estuve viendo a través de Digital + la novillada de Pamplona y la nocturna de Madrid y la verdad llegue a la conclusión de que el enemigo de los toros esta dentro de casa. No quiero ser pesimista pero los seis novilleros pudieron haber cortado orejas, pues tanto el publico de Pamplona como el de Madrid (sepan que el publico de Madrid de las nocturnas no es el de San Isidro) ambas aficiones con poquito hubiesen sacado los pañuelos, los seis novilleros estuvieron en plan figuras, como si tuviesen la carrera hecha, esperando las cuatro embestidas buenas que luego no aprovechan y a matar; todos repitiendo los mismos pases derechazos, naturales y el de pecho, todos como si fuesen fotocopias unos de otros y sin apenas mancharse el traje.
Pero no pasa nada porque no hay competencia y saben que no les van a quitar el puesto por muchos novilleros que haya en el escalafón, ya que la mayoría de ellos ni tienen padrino ni dinero por lo que estarán en la sala de espera hasta retirarse ó en el mejor de los casos hacerse banderilleros.
No hace muchos años cuando veías una novillada, te encontrabas con chavales que quizás no tuviesen el aprendizaje suficiente; pero los veías con ilusión, con ganas, con rabia con variedad, sufrían un montón de revolcones pero el publico iba a verlos.
Ahora a excepción de las novilladas que entran dentro del abono de una feria es muy difícil ver un tercio de plaza, así pasa que ni aun pagando los novilleros pueden montar novilladas a no ser de algúnos empresarios rurales que estan mas cerca de la picaresca que de la legalidad.
Eso sí, los pocos que torean, van a buenos hoteles, con buenos coches y lo mas probable es que la persona que dirige su carrera, solicite que se arreglen los pitones, pues hasta en novilladas sin caballos proponen quitarles el veneno es decir la puntita, imaginense cuando lleguen si llegan a matadores de toros.
No quiero terminar en honor a algunos cronistas, empresarios y toreros sin decir que en todo hay excepciones, pero lamentablemente la mayoría es así.
Estamos empezando la llamada feria del Toro de Pamplona, que pese a su ambiente festivo, muchas tardes sale el toro de verdad, por lo que estaremos pendientes de ver que sucede en otra feria que también tiene puerto de montaña (no todas las tardes).
Ayer tarde Domingo 5 de Julio, estuve viendo a través de Digital + la novillada de Pamplona y la nocturna de Madrid y la verdad llegue a la conclusión de que el enemigo de los toros esta dentro de casa. No quiero ser pesimista pero los seis novilleros pudieron haber cortado orejas, pues tanto el publico de Pamplona como el de Madrid (sepan que el publico de Madrid de las nocturnas no es el de San Isidro) ambas aficiones con poquito hubiesen sacado los pañuelos, los seis novilleros estuvieron en plan figuras, como si tuviesen la carrera hecha, esperando las cuatro embestidas buenas que luego no aprovechan y a matar; todos repitiendo los mismos pases derechazos, naturales y el de pecho, todos como si fuesen fotocopias unos de otros y sin apenas mancharse el traje.
Pero no pasa nada porque no hay competencia y saben que no les van a quitar el puesto por muchos novilleros que haya en el escalafón, ya que la mayoría de ellos ni tienen padrino ni dinero por lo que estarán en la sala de espera hasta retirarse ó en el mejor de los casos hacerse banderilleros.
No hace muchos años cuando veías una novillada, te encontrabas con chavales que quizás no tuviesen el aprendizaje suficiente; pero los veías con ilusión, con ganas, con rabia con variedad, sufrían un montón de revolcones pero el publico iba a verlos.
Ahora a excepción de las novilladas que entran dentro del abono de una feria es muy difícil ver un tercio de plaza, así pasa que ni aun pagando los novilleros pueden montar novilladas a no ser de algúnos empresarios rurales que estan mas cerca de la picaresca que de la legalidad.
Eso sí, los pocos que torean, van a buenos hoteles, con buenos coches y lo mas probable es que la persona que dirige su carrera, solicite que se arreglen los pitones, pues hasta en novilladas sin caballos proponen quitarles el veneno es decir la puntita, imaginense cuando lleguen si llegan a matadores de toros.
No quiero terminar en honor a algunos cronistas, empresarios y toreros sin decir que en todo hay excepciones, pero lamentablemente la mayoría es así.
No vi ninguna de las dos novilladas pero es imperdonable dejar escapar una oportunidad de esta categoría y mucho más si dices que los novillos llevaban las orejas colgando.
ResponderEliminarNo nos engañemos mucha culpa de esto es de las escuelas taurinas que en lugar de enseñar el toreo de verdad solo se han dedicado a enseñar a los chicos todas las trampas del toreo, asi pasa todos parecen copias.
También mucha culpa es de los padres que se ciegan con sus hijos y no comprenden que no siempre se puede llegar a ser figura y que en muchas ocasiones es mejor retirarse a tiempo antes que estar perdiendo el tiempo y despilfarrando el dinero que muchas veces estos padres tienen que sacar de debajo de las piedras. Carlos.