Mucho se está escribiendo y hablando sobre las dificultades que actualmente está atravesando la fiesta de los toros. Prohibición de celebrar festejos en Cataluña, otras comunidades que intentan o intentarán seguir los mismo pasos, falta de casta en la mayoría de las ganaderías, toros sin trapio y en muchos casos manipulados, el monopolio de toreros y empresas que no dejan paso a toreros que puedan dar variedad y rivalizar con los que ya el publico está aburrido de ver, en definitiva son muchos frentes de ataque los que ahora mismo tiene la fiesta de los toros.
A grandes males grandes remedios, pero mucho me temo que los que pueden poner las soluciones a esta maltratada fiesta, son los que actualmente viven de ella, pero ya lo hemos denunciado cantidad de veces, no les interesa, es mejor pan para hoy y hambre para mañana.
No es precisamente de esto de lo que hoy quiero escribir, pues hay miles de artículos en prensa escrita e Internet que tratan estos temas, unos denunciando la verdad y otros bailándole el agua a los que evidentemente están dañando este espectáculo.
¿Pero y de los festejos menores, becerradas, novillas sin caballos etc.? Que son los que se celebran en las fiestas patronales de los pueblos. Cuando hablo de pueblos me estoy refiriendo a esas miles de localidades que no sobrepasan los dos o tres mil habitantes. ¿A estos quien los defiende. . . .? Aquí como no hay grandes cantidades de dinero a ganar, a nadie interesa, nadie se preocupa, ni nadie los protege.
No nos olvidemos que esto ha sido siempre y debe seguir siendo la base de la fiesta. Si en el futbol no hubiese equipos infantiles, juveniles, lógicamente no habría esas competiciones de equipos con las máximas figuras de este deporte.
Un torero no puede hacer su aprendizaje a golpe de talonario toreando vacas y matando toros a puerta cerrada, sin pasar por el colorido, los nervios y la ilusión de vestir un traje de luces aunque sea alquilado, en una plaza de toros vieja, incomoda y en un pueblo olvidado.
Pero ¿quién está dispuesto a costa de su cartera a organizar estos festejos, sin que el Ayuntamiento de turno le subvencione prácticamente la totalidad de los gastos?.
Lamentablemente estamos viendo año tras año como muchos pueblos que tradicionalmente en sus fiestas patronales, incluían algún tipo de festejo menor, en la actualidad ya no figuran en su libro de fiestas, el alto coste de los mismo les ha obligado a eliminarlos. No exageraría si dijese que en la mayoría de los casos los gastos duplican la posible recaudación de la taquilla. El papeleo y los permisos de los mismo valen más que las dos vacas o los novillos; a esto hay que sumarle la escasa afluencia de espectadores. El público está cansado de ver corridas de toros por las televisiones autonómicas, (que muchas deberían estar prohibido televisarlas por la vergüenza de los toros que presentan), ¡esto si que quita afición!, el espectador está cansado de ver por estas televisiones o por Digital + las llamadas “figuras” de la actualidad. Luego ya me contarán como les haces pasar por taquilla para pagar una entrada de 15 o 20 euros para ver cuatro novillos y dos chiquillos llenos de ilusión pero vacíos de popularidad.
La problemática a la hora de organizar las fiestas para el responsable de festejos del ayuntamiento no es nada fácil. Si decide concederle la plaza a una empresa privada, sabe que tiene que subvencionarla como ya hemos comentado anteriormente con casi la totalidad de los gastos, (lo que se llevaría gran parte del presupuesto de las fiestas) y no se equivoquen buscando al empresario que a cambio de darles la plaza, le va a organizar los festejos, asumiendo los beneficios o perdidas, ojito con estos “románticos” del toreo que el desenlace puede ser mucho más lamentable; algunos ayuntamientos ya han sufrido las consecuencias.
La otra formula es la de organizarlos directamente el ayuntamiento con la colaboración de alguna asociación del pueblo, entonces nos encontramos con que ciertos profesionales relacionados con el mundo de los toros, abusan de la ignorancia de gente que con su buena fe, quieren mantener una fiesta que nadie apoya.
Así de frío y de real es el panorama que tienen los llamados festejos menores donde se tienen que hacer los futuros toreros. Si se quieren seguir manteniendo estos espectáculos, alguien tiene que tomar cartas en el asunto, y una de esas cartas sería rebajar los astronómicos precios que implica la organización de los mismos, o que las Diputaciones o Juntas de Comunidades, ayuden económicamente subvencionándolos, para que el presupuesto de los ayuntamientos para la organización de los diversos actos de sus fiestas no se vean mermados por estos acontecimientos, de lo contrario no duden que año tras año, serán muchos pueblos los que verán desaparecer una de las funciones más llamativas de las fiestas de una localidad. Con el consiguiente perjuicio a esa cantidad de chavales que sueñan con la gloria y que económicamente no pueden sufragar los gastos que conlleva el verse anunciados en los carteles de una feria.
Así de frío y de real es el panorama que tienen los llamados festejos menores donde se tienen que hacer los futuros toreros. Si se quieren seguir manteniendo estos espectáculos, alguien tiene que tomar cartas en el asunto, y una de esas cartas sería rebajar los astronómicos precios que implica la organización de los mismos, o que las Diputaciones o Juntas de Comunidades, ayuden económicamente subvencionándolos, para que el presupuesto de los ayuntamientos para la organización de los diversos actos de sus fiestas no se vean mermados por estos acontecimientos, de lo contrario no duden que año tras año, serán muchos pueblos los que verán desaparecer una de las funciones más llamativas de las fiestas de una localidad. Con el consiguiente perjuicio a esa cantidad de chavales que sueñan con la gloria y que económicamente no pueden sufragar los gastos que conlleva el verse anunciados en los carteles de una feria.
No es mi intención de que este post sirviese de desanimo para los encargados de mover el tema taurino en los pueblos, mucho menos los que como Casasimarro gozan actualmente de tener un chaval que está dando sus primeros pasos, que tiene ilusionados a los aficionados de esta localidad, sobre todo a los que tuvimos la suerte de verlo en sus primeros festejos el año pasado. No quisiera equivocarme pero anunciar a El Castellano en su plaza, no me sorprendería en absoluto que fuese un éxito tanto económico como artístico.
Aprovechando el ambiente que dejó en sus primeras actuaciones, no se debería dejar pasar las próximas fiestas de Semana Santa para montarle una becerrada, que serviría conjuntamente para preparar sus próximas actuaciones esta temporada e indudablemente hacerles pasar una buena tarde a los muchos seguidores con los que ya cuenta.
No tengo últimamente noticias de su compañero de escuela José Miguel Rentero, (también de Casasimarro), llevo tiempo sin ver a mi amigo Miguel; pero sería una fecha apropiada para hacer la presentación ante sus paisanos. El cartel sería de llenazo.