Está visto que los aficionados al toro, tenemos prohibido dos días seguidos ver el espectáculo que nos emociona, pues después del Lunes ver la corrida del Conde de la Maza, ayer teníamos la divisa del portugués Palha, otro plato fuerte para los que nos gusta la verdad de la fiesta, pero ya se sabe, Dios propone, el hombre dispone y el toro lo descompone.
Ayer tarde en la Maestranza, nadie se podía imaginar que el ganadero portugués, echara esa corrida sin casta, mansona (tan solo uno peleó en el caballo), una corrida sin interés, con gran peligro el 5º y sobretodo el 6º que embestía al pecho de Iván Fandiño.
Poco que contar de los que se anunciaron con ella, Serafín Marín que hace unos años parecía que iba a despegar, pero que en la actualidad tiene cabida en muy pocos carteles pasó sin pena ni gloria; el mejicano Arturo Macías que tan buena impresión dejo en las Fallas a base de coraje y valor, vino a Sevilla con la misma carta de presentación, “o embiste el toro o embisto yo”, y esto se paga muy caro, como ya lo pagó en Valencia con una cornaita y ayer en Sevilla con un cornalón, es un torero que viene dispuesto a todo, pero con ciertos toros como el peligroso 5º de ayer, debe andar más despacio y no atropellar la razón, viene de triunfar en América y viene dispuesto a hacer los mismo en España, está anunciado en Madrid que será una baza importante para su carrera siempre y cuando los toros lo respeten; los acompañaba el vasco Iván Fandiño que a base de matar corridas duras y dar la cara en Madrid, le hicieron un hueco en esta feria, pero con un plato de comida poco apetecible, era la única manera de estar en los carteles, cumplió más que sobradamente, sobre todo en el peligroso 6º que por los dos pitones buscaba descaradamente más al torero que a la muleta, pero estuvo firme y demostrando que está capacitado para entrar en cualquier cartel, pero mucho me temo que en los banquetes de lujo no habrá cubierto para él.
Esto fue lo que dio de sí una tarde en la que los Palhas se llevaron las ilusiones de los aficionados, no obstante seguiremos esperando esta corrida en Madrid, pues de otras muchas ya sabemos el resultado.
Ayer tarde en la Maestranza, nadie se podía imaginar que el ganadero portugués, echara esa corrida sin casta, mansona (tan solo uno peleó en el caballo), una corrida sin interés, con gran peligro el 5º y sobretodo el 6º que embestía al pecho de Iván Fandiño.
Poco que contar de los que se anunciaron con ella, Serafín Marín que hace unos años parecía que iba a despegar, pero que en la actualidad tiene cabida en muy pocos carteles pasó sin pena ni gloria; el mejicano Arturo Macías que tan buena impresión dejo en las Fallas a base de coraje y valor, vino a Sevilla con la misma carta de presentación, “o embiste el toro o embisto yo”, y esto se paga muy caro, como ya lo pagó en Valencia con una cornaita y ayer en Sevilla con un cornalón, es un torero que viene dispuesto a todo, pero con ciertos toros como el peligroso 5º de ayer, debe andar más despacio y no atropellar la razón, viene de triunfar en América y viene dispuesto a hacer los mismo en España, está anunciado en Madrid que será una baza importante para su carrera siempre y cuando los toros lo respeten; los acompañaba el vasco Iván Fandiño que a base de matar corridas duras y dar la cara en Madrid, le hicieron un hueco en esta feria, pero con un plato de comida poco apetecible, era la única manera de estar en los carteles, cumplió más que sobradamente, sobre todo en el peligroso 6º que por los dos pitones buscaba descaradamente más al torero que a la muleta, pero estuvo firme y demostrando que está capacitado para entrar en cualquier cartel, pero mucho me temo que en los banquetes de lujo no habrá cubierto para él.
Esto fue lo que dio de sí una tarde en la que los Palhas se llevaron las ilusiones de los aficionados, no obstante seguiremos esperando esta corrida en Madrid, pues de otras muchas ya sabemos el resultado.
Gran desilusión con la corrida de Palha, incluso en su presentación, por toriles salieron toros feos y muy desiguales...¿y los pitones?, la mayoría de ellos llevaban los pitones como brochas, en fin una corrida que había ilusionado y que acabó siento una vergüenza.
ResponderEliminarP.D.Gracias por publicar todas las crónicas de Sevilla, así los que no podemos ver todas las tardes podemos enterarnos lo que realmente ha pasado en la plaza.
Bemoles le sobran a este Macías para dejar ochenta contratos en América y venir a España a encerrarse con Palhas y amarguras similares. Este torero suelta un tufo a hule y cloroformo que tira para atrás. Y hay dos explicaciones sencillas; o está verde y falto de técnica (cosa por la que yo me decanto) o está siguiendo al pie de la letra esa extraña y particular filosofía corbachiana de la autoinmolación samurai que don Antonio inyecta en vena a sus toreros. Ojalá empiece a funcionarle la cabeza pronto y aprenda a respirar delante de la cara del toro. De lo contrario, el quirófano va a ser su amigo inseparable.
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