Luchar contra el otoño

En este otoño que nos está llevando lentamente al invierno donde aun tenemos días primaverales y la lluvia se está haciendo de rogar, donde vas por las calles y ves gente mezclada unos con cazadoras y otros con simplemente la camisa, no terminas de aclararte en que estación del año vives, solo al oscurecer el día a media tarde te hace recordar que estas a mediados de Noviembre, que ya ves lotería de Navidad en las mayoría de los establecimientos y dentro de muy pocos días se empezara a montar los belenes y a escuchar los primeros villancicos; y por supuesto las empresas ya van preparando las cestas y reservando restaurantes para las tradicionales cena de empresa , claro está. . . el que tenga trabajo, pues este año más que nunca las navidades pasaran de largo para un enorme número de familias que el año pasado tuvieron cena y cesta y este año se conformarían con encontrar un trabajo aunque fuese sin cena y sin cesta.
El otoño la estación más triste, mas melancólica y mas depresiva es donde hay que irse arriba y poderle como a los toros mansos, como hacíamos un grupo de la antigua junta directiva de la Peña Taurina los años que dirigimos dicha asociación (Juan Montejano, Javier García, Fernando “Cadillo”, Carlos Arribas, el que escribe este blog, y aunque no eran de la “mesa” como se dice por estos lugares nos acompañaban mi cuñado Isabelo Cano que menos de toros sabe de todo y no lo digo por el parentesco, pueden dar fe de ello todos los que han tenido la suerte de conocerlo; y el alcalde José Antonio Fernández buen aficionado que hizo sus pinitos en las capeas en sus años jóvenes, y me consta que “el gusanillo” todavía lo tiene dentro, pero la artrosis del alma y los años no perdonan. Me estoy extendiendo con la presentación del cartel, os quería contar, que teníamos por costumbre la mayoría de los Viernes juntarnos a cenar, normalmente en el Bar Miguelin y alguna que otra vez en el Hotel Navarro, ambos sitios gozan de un servicio esmerado y no suelen atracar las carteras de los clientes; empezábamos por tomar unas cañas en la barra hasta la hora de sentarnos en la mesa, lógicamente los primeros que llegaban tomaban mas cerveza que los que iban llegando posteriormente y como luego se pagaba a “escote” mi amigo Javi y yo no llegábamos los últimos; las cenas podían consistir en unos entrantes y conejos fritos o bien huevos fritos y jamón un poquito pasado a la plancha con su respectivo postre y como os podéis imaginar regado con un buen vino de la tierra; una vez acabada la cena venia el 3º acto que era irnos al Carol a tomar unas copitas, a esa horas ya con el calor de la cena y los licores hubiésemos sido capaces de montar un festival el día de Año Nuevo.
En honor a la verdad no se trataba de la cena, sino de la armonía de la tertulia, se hablaba de toros, de la Peña de cómo se iba a organizar el concurso de pintura taurina, pues en este grupo también gustan las obras de arte (incluidas las mujeres), en definitiva era una forma de pasarlo bien y hacerle frente a la tristeza de los meses de Octubre y Noviembre.
Este año hemos abandonado esta bonita costumbre, por culpa de nadie, pero tengo la esperanza de que esto se vuelva a repetir pues yo al menos echo de menos escuchar las opiniones de mi amigo Juan, las lecciones de Javi y la compañía de Fernando y Carlitos estos dos debería ser obligado en todas las renovaciones de la junta directiva de la Peña Taurina incluirlos.
Quizás algunos de los que siguen este blog, le resulte aburrido y no les diga nada lo que he escrito, pero la realidad es que pensaba escribir de la preparación de los toreros en invierno para la próxima temporada (por ejemplo Jesulin está preparando su reaparición, pues ya ha salido en dos programas de T.V hechos exclusivamente para él) y de otros temas taurinos, pero al empezar a escribir, me ha venido al recuerdo esas noches de otoño y perdonar pero no podía dejar pasar de contaros esas inolvidables veladas, con estos inolvidables amigos.