miércoles, 23 de marzo de 2011

Feria de Valencia.- Faltó el toro y sobraron orejas.

Llevo días meditando sobre comentar algo de la recién terminada feria de fallas, y sinceramente he estado dudando sobre si merecía la pena escribir de algo que después de nueve festejos solo ha servido para restar la poca afición que va quedando.
Hay que tener afición, valor y una enorme paciencia para aguantar nueve tardes en la plaza o cómodamente delante de la televisión, yo personalmente me estoy preguntando si realmente me gustan o no los toros, me cuesta muchísimo trabajo el ver completa una corrida, hago un enorme esfuerzo muchas tardes para luchar conmigo mismo y no perder la ilusión de algo que desde niño me cautivó y me fascinó.
Todavía recuerdo cuando con apenas 12 años mi padre me decía que tal día me llevaría a ver una corrida o novillada, era motivo suficiente para que desde ese día no pudiese conciliar el sueño; eso para mí era algo como de otro mundo, el mero hecho de ver un cartel de toros me causaba un enorme respeto; por eso yo me pregunto ¿que me está pasando?.
El problema no es lo que me está pasando a mi, el problema realmente es lo que está sucediendo a miles de aficionados que día tras día van pediendo la ilusión de seguir un espectáculo que ha perdido lo fundamental que es la emoción.
Una verdadera pena la inmensa mayoría de los toros que han saltado al coso de Valencia, sin casta, sin bravura, sin fuerza, sin emoción y algunos sin el trapio de una plaza de primera, los ganaderos están buscando un toro tan sumamente noble que están consiguiendo un toro aburrido que efectivamente sirve para que el torero esté cómodo a costa de ver una fiesta repetitiva y en la mayoría de los casos soporífica.
Solo la nobleza de algún toro que cuidándolo en el caballo sirvió para ver a un Juli que con su técnica seguirá arrollando esta temporada y a un Manzanares que con su estética figurará en todos los carteles de lujo de la temporada. El Cid y Perera abrieron la puerta grande con una dulce corrida de El Capea y con un benevolente presidente. Intolerables las orejas de Paquirri (antes Rivera Ordóñez) y El Fandi en la corrida del día 13, una plaza de primera no puede ni debe consentir esos regalos, va en contra del prestigio de la plaza y de la fiesta.
Muy torero y con mucho gusto Leandro en el que cerró plaza el día 15, le dio distancia, toreó con sentimiento y empaque, algo que lamentablemente no se ve a diario, no confundamos el pegar pases con gustarse toreando, atención a este torero que si está mal está mal, pero la tarde que le embista un toro, ese menú no está en todos los restaurantes.
Seria injusto no mencionar a ese “desconocido” Alberto Aguilar que con la única corrida torista de la feria, la de Adolfo Martín, demostró que es totalmente injusto que haya tenido que emigrar a las ferias de Francia por no tener hueco en las casi siempre ocupadas ferias españolas, se la jugó de verdad, toreó y con una cornada en la pierna entró a matar a un toro que muchos de los que habían pasado por esa feria no lo tienen en su casa ni en pintura. Creo que seria justo y razonable contar con este torero. También esa tarde estuvo más que digno Tomas Sánchez, un torero que la temporada pasada se vistió tan solo dos veces de luces, no se le puede pedir más, pero me temo que no son muchas las puertas que le va abrir esa oreja, entre otras razones porque la misma presidencia de la plaza a lo largo de la feria ha devaluado la importancia de los trofeos.
Del resto no me voy a extender, unas tardes por los toros y otras porque algunos no deberían haber estado anunciados, bastante soportamos con verlos como para ahora estar escribiendo. Poco más que contar de una feria que siguió la misma tónica con las que acabó la temporada anterior, donde el publico que va a ver a los toreros ciertas tardes disfruta, pero los aficionados que van a ver al toro y a los toreros, de seguir así, acabaran abandonado un espectáculo donde quieren cambiar nobleza por emoción.

1 comentario:

  1. comparto al 100% el comentario.
    Aprovecho para seguir pidiendo estadisticas de toros encastados. Que tanto por ciento de toros suficientemente encastados van toreando cada torero, y a final de temporada hablamos, me da igual que toree 4 que 104 CORRIDAS, si este toreo 180 borregas, y el otro 3 toros encastaditos, para mi el ganador es evidente.
    Es mas, el torear toros muy descastados deberia contar negativo. Luego ya veriamos como quedaria "EL OTRO ESCALAFON".
    La farsa, ya se esta pasando de castaño oscuro.
    Al fin y al cabo los que eligen son los veedores de los toreros. hoy por hoy todo lo que ocurre en una corrida de toros, cuando estan anunciados los nenes, es RESPONSABILIDAD DE LOS TOREROS EN UN 98%.
    Si estan en plaza de primera y "andan" de farol, deberian ser protestados muy duramente.
    Tienen un poder que no les corresponde, y que NO SIRVE PARA NADA POSITIVO.
    SALUDOS

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