miércoles, 3 de febrero de 2010

Carta a Angel Garcia Marco

Hace unos días recibí un correo, que me causo una gran alegría por la persona que lo remitía, entre otras cosas me comentaba, que escribiese sobre la verdad y mentira del toreo.Aunque a lo largo de las crónicas que llevo escritas, en varias de ellas se han mencionados varias veces lo que debería de ser y lo que no, tratándose de la persona que lo solicita; vamos a descubrirnos, tú para leer y yo para escribir.
Ángel la base principal y fundamental de la fiesta es el TORO, con su trapío, su bravura, su emoción y por supuesto con los pitones sin manipular.Un toro que le tenga que poder el torero no que lo tenga que cuidar para que aguante la lidia, cuando no se den estas condiciones, todo lo que haga el torero es mentira y no tendrá ninguna importancia, al menos para el aficionado de verdad. En los carteles vemos anunciados 6 bravos toros, y luego echan 6 inválidos y manipulados, esto es simple y llanamente un fraude hacia el espectador. Pero tu sabes que cuando salen los carteles de cualquier feria, son muchos los que se interesan de ver los toreros que estan anuciados y muy pocos de fijarse en las ganaderias, ahí empieza el mal de la fiesta.
Quizás te preguntes ¿existen esos toros?, por supuesto que si, pero es muy difícil verlos en ferias donde van las figuras, ya que estos los suelen matar toreros que no viajan en tren de primera; por ejemplo hace unos días comentábamos los premios de la temporada pasada en Madrid concedidos por la Asociación el toro de Madrid, la mejor corrida fue la de Palha y el mejor toro de José Escolar, no se encontraba ninguna figura en dichas corridas.
La mayoría de los ganaderos piensan más en la comodidad de los toreros que en la bravura y en el publico; y todo lo que no sea una lucha entre el valor de los toreros y la emoción del toro, se aleja mucho de lo que debería ser la fiesta de los toros. Hoy en día estamos cansados de ver esos toros que con más o menos fuerza van y vienen a la muleta, sin decir ni transmitir nada, poco menos que si fueran guiados con un mando a distancia, no dando emoción de riesgo, dando la sensación que cualquier persona estaría capacitado para hacerlo.
En cuanto a lo que te refieres que en alguna ocasión he comentado que la mayoría de los toreros parecen fotocopias, por supuesto que me reitero en lo dicho, todos hacen la misma faena y la mayoría torean igual, si no les vieses la cara, no sabrías distinguir quien esta en la plaza, salvo algunas excepciones.
Hay que dejar claro, que citar en corto (cerca del toro) y con la muleta retrasada, es una trampa, al toro hay que darle distancia en la arrancada, echarle la muleta adelante, templarlo y llevarlo toreado. Única forma de parar templar y mandar, que siguen siendo las reglas del toreo, y esto solo se puede hacer dándole distancia a un toro bravo. Cuando el toro viene arrancado de lejos, tiene más peligro que cuando estas encima con los muslos en los pitones. Los encimistas dan una sensación de falso valor, evitando el verdadero riesgo al suprimir el primer tiempo de las suertes.
Otra de las mentiras del toreo es retrasar la pierna, torear con el pico de la muleta y echar el toro hacia fuera, aunque pegue barrigazos con el lomo del toro y acabe el vestido ensangrentado, un torero debe ir manchado de babas del toro, no de sangre del toro.
El brazo que no lleva la muleta, debe caer con naturalidad, no apoyado a la cadera como si llevaras un melón.
Cuando se torea con el capote a la verónica, hay que citar al toro cuando ya este parado, abrir el compás y adelantar la pierna y llevarlo toreado no dejarlo ir a su aire, ni aprovechar el viaje cuando el toro venga y ponerte delante.
Referente a la suerte de matar decirte, que los toros se deben matar en la suerte natural, solo los mansos que buscan las tablas hay que matarlos en la suerte contraria, aunque cuando los toreros los ven igualados entran a matar, ahí esta muchas veces el fallo de la espada.
En cuanto a la suerte de picar te remito a una crónica escrita el 23 de Julio titulada “ La suerte de Picar”, no sea que me echen a mi el toro al corral por pasarme de tiempo.
Nadie piense que a la persona que va dirigida esta carta, es que no tiene ni idea de toros, me consta que sus conocimientos en estos temas, están muy por encima de muchos que presumen de aficionados que solo ven a las “figuras” ante toros desmochados e inválidos.
¡Ah! se me olvidaba Angel, en esto de los toros todo tiene su precio, no voy a ser de los pocos que escriben a cambio de nada, esto te va a costar unos choricitos con algunos entrantes y unas cañitas y por supuesto cuida a esa mujer de 82 años.

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