No es normal en mí que en plena feria de San isidro, feria en la que todavía me queda ilusión de ver, donde todavía queda un mínimo de seriedad y respeto, donde muchas tardes al menos sale el toro con trapío, (lo de la casta y la bravura es otra cosa). Si no es por una causa muy justificada, todas las tardes sin el ambiente de vivirlo en la plaza pero con la comodidad de sentarte delante del televisor, suelo presenciar lo que es el examen de Universidad tanto para la figuritas como para los que quieren abrirse camino.
La verdad es que en lo que va de feria no hay mucho que destacar si exceptuamos el buen toreo y la verdad de Ivan Fandiño, este torero está pidiendo a gritos un puesto en las ferias, le queda pendiente la corrida de Cuadri y atentos que puede ser uno de las sorpresas de la feria, sabe torear y lo mismo le da Jose Escolar que Núñez del Cuvillo.
Detalles de torero bueno también se vieron en Uceda Leal, pero vuelvo a repetir lo que ya he comentado en varias ocasiones; apunta pero no dispara, es un torero que debería estar en la cabeza del escalafón, pero su carácter frío y conformista no le deja salir de la segunda división.
Ayer Lunes y siendo uno de mis encastes preferidos el de Santa Coloma, no pude ver la novillada de Flor de Jara, el motivo no fue otro que no quería perderme la becerrada del pueblo vecino de Casas de Benítez donde estaban anunciados los dos chiquillos de Casasimarro, y con sinceridad no me arrepentí de ir al pueblo más torero de muchos kilómetros a la redonda.
Con la plaza llena hicieron el paseillo Indalecio Sahuquillo “El Castellano”, y Jose Miguel Rentero. El Castellano una vez más dejó su sello de torero de arte, de gusto y torería, faena artística con ambas manos, sobresaliendo dos series con la izquierda con la muleta baja llevándolo muy despacio, gustándose, que es como se debe hacer el toreo bueno.
Me sorprendió la frialdad y el valor de José Miguel Rentero ante un novillo que por su trapío no debió salir en una becerrada de noveles, un chaval que a penas ha matado dos becerros, se encontró con un novillo con su carita ya formada y los kilos suficientes como para asustar a cualquier chaval con tan escasos festejos en su haber.
Jose Miguel le plantó cara desde el primer momento, nunca dio muestras de asustarse ante tal situación, le dio la distancia que le pedía el novillo, se le notó una gran mejoría respecto a sus actuaciones anteriores, mucho más viendo el enemigo que tenia delante. Con la espada fenomenal, mató francamente bien.
Los dos hicieron disfrutar a la cantidad de paisanos que se desplazaron al pueblo vecino y yo personalmente no me arrepiento de dejar por un día la feria de Madrid, para ver la torería de El Castellano y el valor de José Miguel Rentero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario