Los que desde hace años vienen siguiendo la feria de Madrid, habrán comprobado en lo que va de San Isidro al día de hoy, un importante cambio en la primera plaza del mundo. Están saliendo muchísimos toros no dignos de esta plaza, con una falta de trapío escandalosa para Madrid, se pasan en los reconocimientos y en la plaza a penas son protestados. Se están concediendo orejas que están restándole prestigio a esta plaza, no hace falta irnos muchos años atrás para ver que con estos regalos de orejas y el toro que muchas tardes está saliendo, hubiese estado cerca de una alteración de orden público, ¿Qué es lo que está pasando. . .? ¿Los detractores de la fiesta están consiguiendo también Madrid. . .? no quiero imaginarlo porque esto sería la puntilla de este espectáculo.
Dos puertas grandes en lo que va de feria (independientemente de la de Diego Ventura), puertas abiertas con inmensa facilidad, sobre todo la de Manzanares, su premio no debió de pasar de un trofeo contando con la gran estocada recibiendo en el centro del ruedo, faena con empaque y torería pero fuera de sitio en ciertas ocasiones que causó la protesta de algunos aficionados, más meritoria la de Talavante que toreo magistralmente con la izquierda. Otra oreja cortó el Juli que no debió pasear.
Demasiado encaste Domecq, demasiado toros sin fuerza sin casta, algunos se dejaron, siendo buenos para el torero, pero casi siempre con la falta de emoción que debe tener un toro bravo. Una pena la corrida de Partido de Resina (antes Pablo Romero) de los toros que en su día eligió para llevar a Madrid por accidente solo pudo llevar dos, remendando la corrida con otros sin el trapío necesario para Madrid, aun así hubo que añadir uno de Nazario Ibáñez para completar la corrida, ante una situación así no debió ir a Madrid, como tampoco debió ir a Madrid Núñez del Cuvillo y menos dos tardes aunque no las completara, pues tuvieron que rematarlas con otros hierros, por mucho indulto en Sevilla y mucha petición que tenga de las figuras.
Esta no es la forma de defender la fiesta, con triunfos de rebajas de grandes almacenes, esta es la forma de enterrar la fiesta cada día un poco más. El aficionado no se engañen, el aficionado busca la verdad y la verdad solo está en el toro, y en lo que va de feria son muy contados los toros que han saltado en Las Ventas con el trapío, la casta y la emoción que nos quieren robar los que ponen el grito en el cielo por lo sucedido en Cataluña.
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