domingo, 12 de septiembre de 2010

Feria de Albacete.- Al menos salimos de la monotonía

11 Septiembre 2010
Toros de Adolfo Martin
José Luis Moreno, Rafaelillo y Antonio Ferrera.
La llamada corrida torista del serial del abono no consiguió llenar la plaza de Albacete, mal síntoma para poder presumir de aficionados, una vez más hemos comprobado que cuando nos salimos de los Juli, Morante, Cid, Castella, Manzanares, Perera y poco más, al público no le interesa la fiesta.
Ayer Sábado con la cantidad de gente de pueblos y ciudades que se habían desplazado a esta capital y estando anunciada una ganadería como Adolfo Martín, encaste que al menos se sale de la monotonía de los que vemos habitualmente, era para haber reventado la plaza, sin embargo solo se cubrió en tres cuartos.
La corrida en general muy bien presentada, hubo toros que fueron aplaudidos de salida, cosa muy poco frecuente; tuvo más carrocería que motor, tuvo de todo desde la alimaña típica de este encaste, toros mansos a toros que se dejaron y no se aprovecharon.
El mejor del encierro el 4º con el que José Luis Moreno, no estuvo a su altura, necesitó de una larga faena para cuajar dos derechazos y algún natural suelto, una pena ya que es un torero que ni anda sobrado de cotización ni de contratos.
Rafaelillo, acostumbrado a esta clase de encastes, no terminó de acoplarse con el potable 2º; él sabe lo que es triunfar con estos toros y en plazas de más categoría como por ejemplo Madrid, donde goza de un excelente cartel, pero en Albacete aunque fue el que más dio la cara, no estuvo a la altura que se esperaba; aún así el Murciano se merece todos los respetos por su trayectoria durante toda la temporada, apuntándose a corridas que las llamadas figuras no ven ni en televisión.
Antonio Ferrera, como de costumbre caldeó el ambiente en banderillas para pasar inédito con la muleta, cantidad de muletazos; una cosa es dar pases y otra torear, hasta que un aficionado desde el tendido cuando había pasado los veinte muletazos le grito. . . . .¿Cuándo vas a empezar a torear. . . .?
En definitiva una corrida que pudo gustar más o menos, que no fue una corrida triunfal, pero que en todo momento tuvo su interes, como pudo comprobar el público asistente. Se salio de la monotonía diaria del encaste Domecq, se vieron toros y en ciertos momentos se vivió la emoción de la que tan carente está la fiesta.

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