domingo, 3 de octubre de 2010

Lo que El Picazo no se merece.

Desconozco la empresa que organizó el festejo de las fiestas de El Picazo, pues ni en los ridículos carteles que anunciaban dicho festejo, figura ni empresa ni organización; desconozco el acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa, aunque mucho me temo que la cantidad económica que le solicitara al ayuntamiento para la organización de tan desastroso festejo, no alcanzara como mínimo para cubrir los gastos del mismo, quedándosele libre la taquilla, que visto el público asistente y el precio de las localidades, debió de echar un buen día.
Es intolerable, vergonzoso, bochornoso y humillante lo presenciado en esta becerrada. Saltaron al menos tres becerritos no dignos para ninguna clase de espectáculos; en primer lugar por su corta edad y lo que es mucho peor porque los animalitos no se podían tener en pie cuando a penas llevaban 3 minutos en la plaza y habían recorrido dos veces el ruedo, no eran capaces de dar cuatro pasos seguidos sin caerse al suelo y esperar que alguien fuese a levantarlos, era penoso ver ese lastimoso espectáculo, un servidor llegó a pensar que deberían estar enfermitos.
Confieso que en los muchos años que llevo viendo becerradas con todo tipo de añojos, unos más fuertes y otros con menos kilos y menos meses, nunca había visto nada que se pareciera lo más mínimo a lo presenciado en esta localidad.
Es inexplicable que hoy en día para cualquier contrato de cualquier tema, aunque sea de una cantidad económica minima, te pidan un aval o una fianza y sin embargo en esta clase de compromisos para la realización de festejos taurinos, no se solicite ninguna fianza por si no se cumple lo acordado por ambas partes, pues no me cabe la menor duda que lo que presentaron no sería lo pactado con el Ayuntamiento. Y lo que es mucho peor, y me consta que en algunos pueblos se hace, pagar al empresario la subvención acordada antes de la celebración del festejo, sin ver si lo presentado fue lo pactado, con el consiguiente riesgo de que suceda lo que ayer presenciamos.
De la novillada poco que comentar viendo lo que iba saliendo por los chiqueros; aburrimiento y desesperación. Lamentable para un pueblo que espera todo el año la llegada de sus fiestas y poder disfrutar de una tarde de toros, deseamos que el resto de los actos programados en sus fiestas sean del gusto de esos vecinos que pagaron las consecuencias de dejar este espectáculo en manos de personas que solo miran por su cartera, olvidándose de esos chavales que sueñan con ser toreros y de esa afición que religiosamente paga su entrada con la única compensación de poder pasar a la plaza, ver, oir y callar.
Cantidad de paisanos los que llevó El Castellano desde el vecino pueblo de Casasimarro, todos con las ganas de ver a un chaval que está empezando y que como ya comenté en mis post de fecha 28 de Agosto pasado, tiene ilusionados a todos por esas buenas maneras, ese gusto y esa toreria que tiene; pero con los dos inválidos que mató, solo pudimos verificar que efectivamente estamos ante una promesa del toreo, que con poco que las empresas y los toros le ayuden, su nombre se verá anunciado en muchas ferias.
Me consta porque conozco personalmente al alcalde de esta localidad de que está totalmente exento de culpa del resultado del festejo, que no era lo que él pretendía para sus ciudadanos, que tan solo fue victima de su bondad e ignorancia en este complicado mundo de los toros.

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