viernes, 26 de marzo de 2010

El fin de fiesta de Valencia

Siempre en cualquier acto o celebración, normalmente lo mejor o quizás alguna sorpresa se suele dejar para el fin de fiesta, para que los asistentes a dicho evento se lleven un buen sabor de boca del acontecimiento celebrado, cualquier cantante en un concierto suele acabar con algún éxito suyo, un artista de circo se deja para el final el “más difícil todavía”.
Es lo que tal vez esperábamos todos de esas devaluadas corridas de fallas; después de estar viendo tarde tras tarde salir la mayoría de los toros impresentables (estamos refiriéndonos a una plaza de primera) de ver cortar orejas que en plazas de segunda no hubiesen pasado de una benévola vuelta al ruedo y salidas a hombros impropias de una plaza como la de Valencia.
Pues llego el fin de fiesta con la llamada corrida homenaje a Ponce el día 21 con los siete magníficos; no pudo asistir Perera y fue en su puesto El Fandi, se lidiaron toros de distintas ganaderías pero de encastes similares lógicamente elegidos a gusto de cada matador, y una vez más buscando tanta comodidad se olvidaron de la casta y la emoción; por lo que la fiesta no tuvo el resultado que se pretendía, aunque el público asistente a dicho acto, se comportó como cuando se va invitado a una boda o una comunión, siempre la novia es guapísima y la niña de comunión va preciosa.
Solo el tiempo se puso en contra del acontecimiento y cuando las campanas tocaban para empezar, la lluvia acompañó durante toda la celebración; ¡que mala suerte! No tenia cuando.
Después de devolver el primer invalido de la tarde de Juan Pedro Domecq (mal empezaba la ceremonia) Ponce brindó su torito a todos sus compañeros de cartel, lo que no entiendo es como luego sus compañeros ninguno brindó a Ponce, quizás sería un acuerdo para no estar toda la tarde besitos por aquí besitos por allí.
Una orejita regaló el publico a Ponce, ¡que menos en un día tan señalado!; otra cortó Morante ante otro invalido de Núñez del Cuvillo , El Fandi con uno de Manolo González sus carreras en banderillas y a matar pues la fuerza y la casta no permitía otra cosa; con un mansón de Garcigrande nada pudo hacer Manzanares y Cayetano con uno del Capea con más kilos que cara también pasó por la fiesta sin pena ni gloria.
Los triunfadores de la tarde fueron El Juli y Castella, el primero con uno de Garcigrande que apenas se pico, necesito una faena larga para dar varias series con la izquierda de cierta calidad que le valieron las dos orejas, mismo premio que su compañero Castella con uno de Victoriano del Río, un buen toro para el torero, una faena de muchísimos muletazos, típica de este torero, ya hemos comentado en alguna ocasión que no está en la cantidad si no en la calidad, después de una estocada caída asomaron las almohadillas blancas, que llaman la atención al presidente más que los pañuelos y otras dos orejas para el francés.
Los dos se fueron a hombros, mientras que el homenajeado y sus compañeros lo hicieron a pie, despidiéndose de un publico que aguantó la lluvia toda la tarde para no perderse este emotivo e interesante acontecimiento.

2 comentarios:

  1. Es muy gracioso lo de las almohadillas blancas en Valencia para incitar al publico a pedir orejas. Dices que es una plaza de primera pero solo para algunos efectos, en Valencia sale el medio toro y la mayoría de público festivalero solo acude a ver cortar orejas, los presidentes suelen sumarse a la fiesta.
    Lo peor de esta corrida es que no se picó ni a un solo toro en condiciones, la suerte de varas fue un simple y triste simulacro. Se supone que para esta corrida los ganaderos y veedores de los matadores llevaron "lo mejor", para eso cada torero llevo su toro debajo del brazo, si eso que salió por toriles es lo mejor de nuestra cabaña brava dan ganas de echarse a llorar.

    ResponderEliminar
  2. Valencia perdió el norte hace tiempo. Perdió el buen aire que algún dia tuvo. Y lo malo no es sólo eso. Lo realmente negativo es que esto es una enfermedad contagiosa que está alcanzando a otras plazas. Me han disgustado muchas cosas. Sobre todo el toro. Ha habido mucha guasa. Por cierto, lo de Cuvillo y Juan Pedro merecería un análisis aparte. Negativo, por supuesto. Vaya par de petardos...

    ResponderEliminar