Paco Chaves; Miguel Hidalgo y Antonio Rosales
Novillos de Joaquin Moreno Silva (procedencia Saltillo)
Los que ayer vieron la novillada, bien en la plaza o por televisión, se estarán preguntando ¿dónde estarán a estas horas Paco Chaves, Miguel Hidalgo y Antonio Rosales? Pues seguramente que en cualquier sitio excepto en la zona de Ventas; no creo que les haya quedado ganas de volver ni por los alrededores de la plaza, después del trago que ayer pasaron con la novillada de Joaquín Moreno Silva.
Todo un espectáculo de carreras, de tirar los engaños y salir huyendo, de pasar miedo, de versen impotentes, de escuchar avisos, (dos novillos fueron devueltos por pasarse el tiempo reglamentario) y pueden dar gracias a la Virgen de la Almudena de que los tres salieron a pie de la plaza.
No vamos a entrar en detalles si la novillada, fue brava, mansa, encastada; tuvo de todo, pero ese todo envuelto en el peligro que tiene el toro de lidia, había que estar muy firme con ellos, muy de verdad, no dudarles y darle a cada uno la lidia que tenia.
Sabemos que hay toros como al menos dos de los que salieron ayer, que es totalmente imposible ponerse bonito y hacer el toreo con ellos; solamente hay que lidiarlos, poderles y matar lo mas dignamente posible.
¿Cuál es el problema. . .? sencillamente que desde que empiezan en las escuelas taurinas, se les enseñan a torear “bonito” con becerras preferentemente de encastes cómodos, que no molesten demasiado; cuando matan las primeras novilladas tres cuartos de los mismo, empiezan ya buscando el novillo que va y viene, que se deje y normalmente arreglado de pitones; el problema viene cuando se encuentran con lo que salió ayer por los chiqueros de Las Ventas, francamente no están capacitados ni los tres de ayer ni la mayoría.
Según tengo entendido en los años 40 y 50 este tipo de novilladas eran muy comunes, pero venían de un aprendizaje en capeas de pueblos con toros toreados sin arreglar, donde en cualquier capea había veinte aspirantes a toreros esperando que se quitase uno para ponerse el otro, de encastes no tan dulces como los que hoy se anuncian, su enseñanza era más dura y de más riesgo; pero los que llegaban a vestirse de luces estaban preparados para lidiar y matar cualquier festejo, independientemente del encaste que fuera; yo no vi nada de aquello, me limito a testimonios ajenos.
Nadie mal interprete que estoy en contra de las escuelas taurinas, soy consciente de que afortunadamente la vida debe evolucionar en todos los aspectos, veo totalmente positivo que los chavales de hoy cursen estudios y al mismo tiempo en las escuelas taurinas les enseñen las técnicas del toreo; pero no deberían olvidar que les están enseñando una profesión que todo lo que tiene de bonita, tiene de arriesgada.
Aunque no debe servirles de consuelo a los novilleros de ayer, conforme está el panorama actual de la fiesta, un porcentaje mayoritario de los novilleros actuales e incluso de los matadores de toros hubiesen pasado la mala tarde que pasaron ellos, simplemente porque los novillos tenían buena o mala pero casta, que es lo que falta en muchas ganaderías.
No quisiera equivocarme pero el año que viene seguro que esta divisa vuelve a las Ventas, porque esto también debe entrar dentro de la fiesta.
Todo un espectáculo de carreras, de tirar los engaños y salir huyendo, de pasar miedo, de versen impotentes, de escuchar avisos, (dos novillos fueron devueltos por pasarse el tiempo reglamentario) y pueden dar gracias a la Virgen de la Almudena de que los tres salieron a pie de la plaza.
No vamos a entrar en detalles si la novillada, fue brava, mansa, encastada; tuvo de todo, pero ese todo envuelto en el peligro que tiene el toro de lidia, había que estar muy firme con ellos, muy de verdad, no dudarles y darle a cada uno la lidia que tenia.
Sabemos que hay toros como al menos dos de los que salieron ayer, que es totalmente imposible ponerse bonito y hacer el toreo con ellos; solamente hay que lidiarlos, poderles y matar lo mas dignamente posible.
¿Cuál es el problema. . .? sencillamente que desde que empiezan en las escuelas taurinas, se les enseñan a torear “bonito” con becerras preferentemente de encastes cómodos, que no molesten demasiado; cuando matan las primeras novilladas tres cuartos de los mismo, empiezan ya buscando el novillo que va y viene, que se deje y normalmente arreglado de pitones; el problema viene cuando se encuentran con lo que salió ayer por los chiqueros de Las Ventas, francamente no están capacitados ni los tres de ayer ni la mayoría.
Según tengo entendido en los años 40 y 50 este tipo de novilladas eran muy comunes, pero venían de un aprendizaje en capeas de pueblos con toros toreados sin arreglar, donde en cualquier capea había veinte aspirantes a toreros esperando que se quitase uno para ponerse el otro, de encastes no tan dulces como los que hoy se anuncian, su enseñanza era más dura y de más riesgo; pero los que llegaban a vestirse de luces estaban preparados para lidiar y matar cualquier festejo, independientemente del encaste que fuera; yo no vi nada de aquello, me limito a testimonios ajenos.
Nadie mal interprete que estoy en contra de las escuelas taurinas, soy consciente de que afortunadamente la vida debe evolucionar en todos los aspectos, veo totalmente positivo que los chavales de hoy cursen estudios y al mismo tiempo en las escuelas taurinas les enseñen las técnicas del toreo; pero no deberían olvidar que les están enseñando una profesión que todo lo que tiene de bonita, tiene de arriesgada.
Aunque no debe servirles de consuelo a los novilleros de ayer, conforme está el panorama actual de la fiesta, un porcentaje mayoritario de los novilleros actuales e incluso de los matadores de toros hubiesen pasado la mala tarde que pasaron ellos, simplemente porque los novillos tenían buena o mala pero casta, que es lo que falta en muchas ganaderías.
No quisiera equivocarme pero el año que viene seguro que esta divisa vuelve a las Ventas, porque esto también debe entrar dentro de la fiesta.
Lo que pasó el lunes en Las Ventas fue bochornoso, los tres novilleros debían haberse cortado la coleta. No sé quien sería el que recomendó a la empresa a estos tres novilleros para San Isidro, yo no creo que a la mayoría del escalafón le pase esto, lo de lidiar y poderles se entiende pero que menos que matar a los novillos, aunque sea de un infame bajonazo!
ResponderEliminarEspero que después de lo del lunes alguien con un poco de sentido común diga las cosas claras a estos chavales y se retiren, aunque es muy probable que les sigan llenando la cabeza de falsas ilusiones creyendo que pueden llegar a ser toreros.